Esta típica finca mallorquina, con unos 350 m² de superficie habitable, se encuentra en un terreno de unos 14.362 m² y fue ampliamente renovada en 1980.
La casa de piedra mallorquina consta de 2 plantas:

En la planta baja hay un amplio salón con chimenea, un pequeño estudio con un baño y la cocina, que tiene acceso directo a la gran terraza exterior. El comedor actual se encuentra en el antiguo establo de caballos, cuya singular bóveda redonda aún recuerda su antiguo uso. Desde el comedor se accede directamente a la hermosa, luminosa y amplia sala de estar de verano cubierta; ideal para las cálidas tardes de verano.

En la planta superior hay cuatro dormitorios, algunos de los cuales tienen grandes balcones. Desde el balcón se puede disfrutar de una hermosa vista del pequeño y auténtico pueblo de Son Carrió. Una escalera también conduce desde el balcón a la gran piscina. Además, hay 2 baños en esta planta.
La galería puede utilizarse como pequeño estudio u oficina.…

La finca ofrece numerosas posibilidades para relajarse.

Especialmente atractiva es la piscina exterior de 60 m² con una amplia terraza que la rodea, aunque también hay zonas de sombra.
La piscina está rodeada por una cocina de verano de ensueño; aquí cocinar se convierte en una experiencia al aire libre. También encontrará un pequeño baño y una pequeña lavandería.
Los amplios terrenos albergan un gran taller, una cochera para 2 coches, varios establos para las gallinas, etc., así como numerosas plantas y una población de árboles antiguos de ensueño.
Lo más destacado de esta finca histórica es una antigua cueva de estalactitas de 1936, que se encuentra a 15 metros de profundidad. Aquí, las estalactitas crecen desde el techo de la cueva hacia el suelo. Una escalera conduce a la cueva, que está seca y desarrollada y puede utilizarse perfectamente como bodega o bodega de fiestas.